viernes, 23 de septiembre de 2011

“Caos, innovación, tecnología y aprendizaje”: cuando a veces vienen de la mano


La efervescencia social que actualmente vivimos en Chile en pro de una demanda (absolutamente justificada) por el acceso equitativo a una educación de calidad que no implique al estudiante y/o su familia tener que endeudarse para toda la vida es ciertamente el contexto en el cual muchas instituciones educativas se encuentran ahora ante la disyuntiva de cerrar el semestre académico sin alumnos en sus aulas (y en muchos casos sin calificaciones) y las complejidades académicas, administrativas y económicas que ello conlleva. En este caótico e incierto escenario, algunos colegios y universidades han empezado a mirar en el uso de la TIC una solución (muchas veces de parche) a sus problemas de poder entregar a sus alumnos un espacio de aprendizaje que esté ajeno al ajetreo estudiantil (que implica paro de actividades y toma de planteles) y les permita como institución el generar un espacio virtual en el cual sus docentes puedan “entregar los contenidos” que no han podido ser “trasmitidos” a su alumnado; así en este horizonte complejo la figura de los LMS (Con Moodle a la cabeza) emerge como la solución tecnológica e innovadora para salir del paso.
Han sido meses complejos, manifestaciones, tomas de colegios, campus y una evidente merma económica, sin embargo a mi juicio parece que poco hemos aprendido de ello, a estas alturas polarizar el conflicto estudiantil en lucro o no lucro parece una visión muy simplista (que no entraré a profundizar ya que no es el propósito de este post) del mismo modo, y después de más de 10 años de políticas e iniciativas de integración de la informática educativa en el sistema escolar, considerar que basta con subir contenidos a una plataforma para “salvar el año” me resulta penoso (no es que esté en desacuerdo con la estrategia) comprendo el contexto y valoro la medida, pero creo que esta podría ser una preciosa oportunidad para ver de una vez por todas en el uso de las TIC (en general) un poderoso complemento educativo que necesita ser aplicado con metodología y por ende ser comprendido e investigado pues es precisamente el contexto en el cual se está generando cada vez mayor aprendizaje en red y significativo en una sociedad del conocimiento.
Si me preguntan si es posible utilizar un LMS en esta contingencia, mi respuesta es afirmativa, pero soy cauto en su desenlace, no porque no sea un convencido de sus potencialidades, pero como dije al inicio, el comienzo de este conflicto surge también por una mayor demanda de calidad educativa y este mejoramiento de la calidad necesita que en ello se integren las TIC, no como una simple herramienta (desde el tradicional paradigma de la informática educativa) sino comprendiendo que su uso en todos los ámbitos del ser humano ha modificado la forma en que nos conectamos, comunicamos, aprendemos y gestionamos el conocimiento (y ello va más allá de Moodle) se ha abierto una brecha entre los nativos digitales que aprenden y los inmigrantes digitales que enseñamos, hoy más que nunca el conocimiento es volátil, conocer está dejando de ser sólo poder y se está transformado en construir y compartir, estamos frente a una nueva sociedad (del conocimiento) y las competencias para este nuevo escenario son digitales (e-competencias) entonces cómo podemos pensar que basta con emplear una plataforma que emula un sistema de enseñanza del siglo pasado, es necesario cambiar mucho más, innovar, pero de manera disruptiva (como diría Curtis Johnson) nuestra practica docente debe cambiar, no basta con entregar contenidos (o depositarlos en plataformas) debemos comprender que ya no somos los únicos depositarios del saber, debemos asumir nuestro “nuevo e interesante papel de mentores experimentados y acompañantes metodológicos, más preocupados en enseñarles a gestionar y completar el conocimiento disponible y a desarrollar su capacidad crítica que en enseñarles a memorizar unos conocimientos como si fueran una verdad única”. (Como escribió notablemente Imma Tubella Rectora de la UOC en una columna del diario El País, de España)
Ojala el conflicto termine luego, se llegue a buen puerto y las plataformas permitan su cometido, pero ojala no nos olvidemos de esta lección y dejemos de lado el uso de las TIC nuevamente, sino que ahora y en conciencia empezamos realmente a investigar el usos de las TIC para innovar en educación, pues rara vez se dan estas oportunidades en que caos, innovación, tecnología y aprendizaje vengan de la mano .